jueves, 27 de enero de 2011

DIOS ENSEÑA, A SU MANERA PERO LO HACE.

Saben, a veces uno comete errores en la vida y de los cuales uno se arrepiente no con el tiempo si no mas bien en el momento...
Hoy erré respondiendo mal a mi viejo y ahora la conciencia no me deja tranquilo, pero se que pediré perdón a su momento pero lo haré...

Luego de quebrantarme y llorar amargamente, entendí que Dios enseña y a su manera, quizá no lo veamos y pensemos que no es la mejor manera pero creo que como humanos solo con el dolor aprendemos perfectamente.


A Dios le he pedido estar en primera fila...
Él me colocó en el último lugar para que conociera la paciencia y la humildad.

Le he pedido ser el centro del mundo...
Él me enseñó que la vanidad me aparta del centro de cualquier cosa.

También le pedí Fama y gloria...
pero Él me concedió sencillez y comprensión para que mi ego no fuera a herir a los demás.

Le pedí a Dios un auto que viajara veloz...
Él me concedió un paso firme por el sendero correcto para que no atropellara mis sentimientos.

Le pedí Tener una mansión pero...
Él me dio una pequeña casa llena de ternura y amor.

Le pedí poseer dinero para tener muchos amigos pero... Él me concedió algo mejor: me ofreció Su amistad no a cambio de mi dinero sino de mi sinceridad.

Le Pedí a Dios poseer mucha belleza y sin embargo... Él me dio sensibilidad y belleza espiritual para que no me sintiera más que los demás.

Le pedí a Dios ser siempre feliz, pero...
Él me hizo conocer la tristeza para que comprendiera que la vida no sólo esta compuesta de cosas bellas y para que tuviera compasión por el sufrimiento de los demás.

Le pedí un carácter fuerte pero... Él me concedió un corazón blando y un carácter pasivo para que pudiera amar y ayudar a los demás.

Le pedí tener el mundo a mis pies pero...
Él me hizo comprender que es mejor tener amigos en el corazón.

Por todo eso Dios mío... nunca me concedas todo lo que te pido... Concédeme lo que hasta hoy he tenido la dicha de poseer, A mis viejos a los cuales amo con todo mi corazon.

domingo, 23 de enero de 2011

CORAZÓN HERMOSO

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.

De pronto un anciano se acercó y dijo: "¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente,

éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor.

Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió "¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?", pensaron ...

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo. "Compara tu corazón con el mío... el mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"...

Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.

Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."

"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a
cambio. De ahí quedaron los huecos.

Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón."

¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas.
Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.

El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.

El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!

¡Que tengas un lindo día! El más hermoso!!!
Recibe un pedazo de mi corazón...